Naturaleza y alimentos: ¿Es posible la transformación hacia modelos agropecuarios sostenibles y rentables?
Spoiler alert: Sí es posible. En parte, a través del financiamiento innovador para productores agropecuarios.
¿Cómo producir más y mejores alimentos? ¿Cómo producir mejorando el ambiente? Son preguntas que hoy enfocan el trabajo de conservación de la naturaleza en Argentina, líder mundial en producción. Y aún hay un potencial enorme para que lo sea de manera más sustentable, regenerativa y saludable para las personas y la naturaleza.


La creciente frecuencia e intensidad de fenómenos climáticos extremos —como olas de calor, inundaciones y sequías— evidencia la urgencia de transformar muchos aspectos del comportamiento humano (siendo el modelo de producción actual uno de ellos). En este contexto, el financiamiento verde (que promueve las prácticas sustentables, a través de incentivos tales como mejores tasas y/o mayores plazos) aparece como una de las herramientas más efectivas para acelerar la transición hacia modelos agropecuarios sostenibles y más resilientes a los efectos de la crisis climática.
Atender los problemas y encontrar lugar en el mundo
Estos momentos representan una gran oportunidad para Argentina de insertarse en un mercado global cuyos consumidores demandan cada vez más “productos sustentables”. Los productores ganan más, el ambiente mejora y se habilitan condiciones de bienestar para las personas, para las sociedades y para el desarrollo. Con el contexto cambiante y sin ayudas específicas, la mejora es lenta. El financiamiento verde permite acelerar la transición que naturalmente Argentina –y algunos países de nuestra región- ha emprendido desde hace décadas.
Las finanzas son una pieza fundamental para esta transición. Además, complementan otros esfuerzos para eliminar la deforestación y la conversión de hábitats naturales. Desde hace años, se observa en el mundo un creciente interés por parte de reguladores, entidades financieras e inversores en el desarrollo de mecanismos financieros innovadores, que promueven la transformación de los modelos agrícolas y ganaderos. Sin embargo, hay múltiples desafíos para escalar la implementación. Estos incluyen (i) la necesidad de profundizar el apoyo institucional a estos esfuerzos entre proveedores de crédito e inversores; (ii) construir un historial para las facilidades de crédito a largo plazo; y (iii) gestionar el riesgo, diseñar productos con requisitos ambientales simplificados y una oferta atractiva para agricultores y ganaderos.
“Las finanzas combinadas (capital público y privado para apoyar proyectos de desarrollo sostenible o de impacto social) en modelos de producción en Argentina son cruciales para complementar esfuerzos destinados a eliminar la deforestación y la conversión de hábitats naturales. Este proceso enfrenta desafíos propios de las economías verdes del Sur Global. La necesidad de enfoques sinérgicos es esencial para construir apoyo institucional, gestionar riesgos y diseñar productos financieros atractivos para agricultores y ganaderos.”
- Diego Ivanier, economista, The Nature Conservancy
“No hay dudas del potencial de innovar en las finanzas y su traducción en cambios reales sobre el terreno, como la reducción de la deforestación y el aumento de la adopción de prácticas regenerativas a gran escala. Estamos en un punto de la historia donde, por primera vez en el Gran Chaco, podemos desplegar estas herramientas para transformar la región”.
-Andrés Sylvestre Begnis, ingeniero agrónomo y líder de conservación y mercados en The Nature Conservancy.


La oportunidad en el Gran Chaco (y un hito importante)
Las finanzas combinadas (enlace en inglés) juegan un papel fundamental en desbloquear la inversión privada para la transformación de sistemas en el Gran Chaco. Se trata de combinar estratégicamente capital público, filantrópico o concesional con fondos privados para mitigar riesgos y mejorar los retornos. Las finanzas combinadas reducen el riesgo financiero, político y operativo percibido que disuade a los inversores privados de ingresar a ecosistemas frágiles. Estos elementos son claves para reducir las barreras al financiamiento del cambio y crear condiciones habilitantes.
“Por ejemplo, los bancos de desarrollo o las ONG pueden absorber pérdidas iniciales o proporcionar apoyo técnico para proyectos de agricultura regenerativa, permitiendo que los inversores privados se involucren en emprendimientos sostenibles, como la agroforestería. Este enfoque no solo moviliza capital para soluciones escalables, sino que también incentiva a los agricultores a adoptar prácticas que reduzcan la deforestación, mejoren la salud del suelo y diversifiquen los medios de vida. Al cerrar la brecha entre el capital privado adverso al riesgo y las necesidades de conservación de alto impacto, las finanzas combinadas fomentan transiciones a largo plazo impulsadas por el mercado hacia el uso sostenible de la tierra en contextos desafiantes como el Gran Chaco”. Diego Ivanier.
Sumatoria -una asociación civil sin fines de lucro pionera en impulsar las finanzas de impacto en Argentina- es la primera firmante argentina de la iniciativa Innovación Financiera (enlace en inglés) para el Amazonas, Cerrado y Chaco, un programa desarrollado por The Nature Conservancy, en alianza con Tropical Forest Alliance y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
El crecimiento global requiere impulsar la producción de alimentos de una forma sostenible, aumentando el empleo, el turismo y explorando industrias verdes. Según una encuesta de Morgan Stanley, el 86% de los jóvenes están interesados en las inversiones sostenibles como una forma de generar retorno financiero y de impactar de forma positiva en la sociedad y el medio ambiente. Al mismo tiempo, los consumidores, se muestran cada vez más informados sobre el impacto ambiental de los alimentos que consumen y exigen estándares de conservación creciente (que requieren inversiones por parte de los productores).
En busca de solucionar estos desafíos, la iniciativa IFACC - Innovación Financiera para la Amazonía, el Cerrado y el Chaco - fue lanzada en 2021 en la COP26, por The Nature Conservancy, Tropical Forest Alliance y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, con el objetivo de promover préstamos e inversiones para el uso sostenible de la tierra, especialmente en las cadenas de suministro de soja y ganadería.
Hoy en día, IFACC cuenta con 24 signatarios y han lanzado 18 productos financieros que apoyan soluciones agrícolas sostenibles. Desde su lanzamiento hasta la fecha, los signatarios de IFACC han desembolsado más de US$500 millones para apoyar la agricultura sostenible en la Amazonía y el Cerrado. El objetivo de IFACC es promover desembolsos por hasta US$1000 millones hacia fines de 2025, y de US$10.000 millones hacia fines de 2030.
Sumatoria por una Nueva Economía, primer firmante de IFACC en Argentina.
El Gran Chaco, uno de los biomas más biodiversos y vulnerables de Sudamérica, es parte integral de las cadenas de valor mundiales de carne vacuna y soja y es clave en la transformación de los modelos productivos hacia prácticas sostenibles. Este contexto lo ha hecho enfrentar importantes desafíos ambientales debido a la expansión agrícola en los últimos 30 años, entre ellos la deforestación de 14 millones de hectáreas de bosque nativo, según datos oficiales de Map Biomas Chaco. Adicionalmente, la región chaqueña ha sufrido la falta de crédito en general. Y, en particular, créditos que incluyan incentivos para ajustar los distintos modelos productivos hacia modelos sustentables.
A través del Fondo Bioregional del Gran Chaco Americano de Sumatoria, se movilizarán recursos para apoyar a las pequeñas empresas, cooperativas e inversores, fomentando el desarrollo sostenible de la región a través del acceso a créditos blandos con tasas accesibles, al tiempo que se abordan las necesidades sociales y ambientales. Así, IFACC espera que la incorporación de Sumatoria acelere la transición hacia modelos de producción de alimentos sostenibles en el bioma del Gran Chaco, uno de los sumideros de carbono más grandes del mundo.
El desafío de las finanzas verdes en Argentina
Los sistemas agropecuarios sostenibles se consideran la mejor alternativa. Cabe la pregunta: ¿para quiénes? En este caso, tanto para los productores -que ven sus campos volverse más productivos y resilientes al cambio climático- como para los inversores; cuyo riesgo crediticio se ve mitigado por esta mayor resiliencia y por el medio ambiente, que se ve menos impactado por el uso más eficiente de los recursos naturales.
El financiamiento verde aparece como una de las herramientas más efectivas para acelerar la transición hacia estos modelos productivos. Estamos hablando de una pieza fundamental para una transición sectorial y complementan otros esfuerzos para eliminar la deforestación y la conversión de hábitats naturales, tales como las políticas de abastecimiento de la cadena de suministro, el desarrollo de tecnologías que fomenten la transparencia, y las políticas públicas.
Paraguay, en busca del financiamiento verde con el apoyo de IFACC
La experiencia paraguaya también ofrece un ejemplo inspirador de cómo los instrumentos financieros pueden modernizar la producción y reducir el impacto ambiental. Recientemente, la Agencia Financiera de Desarrollo de Paraguay (AFD) presentó el Programa Piloto Procampo Verde, una iniciativa que no solo moderniza el sector ganadero, sino que promueve el uso responsable de los recursos naturales.
Este producto financiero, que ahora está siendo promovido por las instituciones financieras de Paraguay entre sus clientes proporciona fondos con ventajas financieras a los bancos locales que otorgan préstamos directos a los agricultores.
El objetivo es fomentar mejoras en las prácticas ganaderas sostenibles, incluida una mejor gestión de los pastos y la eficiencia del agua. El desarrollo de este programa fue guiado por la experiencia técnica del equipo asesor de IFACC, que contribuyó a crear un marco financiero innovador que incorpora estrictos estándares ambientales y sociales, incluidos los criterios de deforestación y libre de conversiones.
Sí, es posible un presente donde las personas y la naturaleza –cada vez más- prosperen
Abordar la crisis climática es uno de los mayores desafíos que la humanidad ha enfrentado y la transición hacia prácticas sostenibles en los biomas del Amazonas, Cerrado y Chaco de América del Sur es crucial. Los bancos, empresas e inversionistas tienen la oportunidad de financiar la producción sostenible de ganadería y soja, aprovechando modelos comerciales probados que aumentan los rendimientos y los ingresos sin mayor pérdida de biodiversidad. En este contexto, las “finanzas sostenibles” son esenciales para mitigar riesgos y atraer inversión privada, complementando esfuerzos como políticas de abastecimiento y monitoreo. Cada vez está más clara y evidente la transición sostenible y la posibilidad de beneficiar tanto a los productores como al medio ambiente.