La naturaleza de la resiliencia
Descubre 10 comunidades que encuentran caminos para prosperar ante un clima cambiante
El agua que corre cada vez que abres la llave, el aire que respiras. Lo notes o no, la naturaleza es parte de tu vida, cada día.
Además, sus beneficios van mucho más allá de lo personal. La naturaleza sostiene nuestros sistemas alimentarios y más de la mitad de nuestra economía global.
Y mientras enfrentamos las crecientes amenazas del cambio climático—desde incendios forestales y olas de calor, hasta tormentas, sequías e inundaciones—la naturaleza también lo hace. Nuestros futuros están íntimamente conectados.
Las comunidades que hoy prosperan son las que trabajan con la naturaleza para adaptarse a un clima en constante cambio (en el mundo de la conservación, esto se llama adaptación climática). Al construir resiliencia en su entorno, estas 10 comunidades alrededor del mundo también están fortaleciendo sus conexiones entre sí.
Cómo la naturaleza nos ayuda a adaptarnos al cambio climático
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Enfriar vecindarios con la naturaleza de Texas a Alemania
Uno de los impactos más letales del cambio climático es el menos visible: el calor extremo. Lamentablemente, el modo en que construimos las ciudades con concreto, que retiene el calor, y automóviles, que lo generan, amplifica las temperaturas ya en aumento. Pero la naturaleza puede ayudar a las comunidades a crear resiliencia climática.
En Gulfton, un barrio en el suroeste de Houston, Texas, la sombra de los árboles por sí sola puede bajar la temperatura del suelo hasta 1 °C (30 °F). Esto hace una gran diferencia en el vecindario más caluroso de la ciudad, donde las aceras pueden alcanzar hasta 57 °C (135 °F). Los vecinos de Gulfton se están organizando para traer más vegetación a su comunidad a través de soluciones como "corredores frescos" de plantación de árboles a lo largo de las rutas de tránsito, jardines para polinizadores y una gran remodelación del parque más grande del vecindario.
Al otro lado del océano, se prevé que Stuttgart, Alemania, se convierta en una de las ciudades más calurosas del país. Aquí, los miembros de la comunidad están trabajando para reducir las temperaturas con proyectos creativos como convertir espacios de estacionamiento no utilizados en miniespacios verdes y transformar las paredes exteriores de los edificios públicos en jardines verticales. ¿La conclusión? Más verde = lugares más frescos para vivir, en todos los sentidos de la palabra.


Construir inteligentemente y apoyar la comunidad local en Grenada
Las tormentas cada vez más severas y las mareas crecientes también amenazan las economías locales, particularmente aquellas que dependen del agua, como las de Soubise, St. Andrew, Grenada. La comunidad de esta isla caribeña gira en torno a la pesca; la industria proporciona empleo, ingresos y seguridad alimentaria a los locales y a los residentes de toda la isla.
Para hacer que la pesca a pequeña escala sea más segura y resiliente ante el cambio del clima, los pescadores de la comunidad se unieron para diseñar una instalación de pesca con energía solar y recolección de agua de lluvia y han estabilizado la línea costera con un hábitat restaurado y próspero.
Gestionar el fuego en Australia
El aumento de temperatura y los patrones irregulares del tiempo ocasionados por el cambio climático también puede aumentar el riesgo de incendios forestales de gran poder destructivo, especialmente en lugares en los que la supresión del fuego ha llevado a la acumulación de hojas, agujas y ramas secas. Las quemas controladas regulares eliminan este combustible, a la vez que nutren los suelos y abren la cubierta arbórea para más crecimiento.
Esta es la manera en la que el pueblo Ngarinyin administró sus tierras en Wilinggin Country, Australia, durante generaciones. Hoy, más de cuarenta comunidades indígenas como la ngarinyin están volviendo a las prácticas tradicionales de quema que dieron forma a sus paisajes por generaciones, lo que trae como resultado comunidades más seguras, una naturaleza más sana y resiliencia climática.
Quote: Donald Campbell
El fuego es muy importante para Wilinggin Country. En mi lengua, lo llamamos Wudu.


Proteger el poder de los árboles en Borneo
La administración de la tierra en el bosque húmedo tiene una apariencia muy distinta. En Borneo, hogar de los bosques húmedos más grandes de la Tierra, el objetivo es mantener más árboles de pie de cara a la tala ilegal e insostenible. Aquí, en las poblaciones rurales hay personas que se capacitan como guardianas de los bosques. Con un profundo conocimiento de su ambiente, pueden patrullar los bosques protegidos de Borneo y vigilar la presencia de tala o caza ilegal.
Estos datos en el territorio ayudan a hacer cumplir las leyes que protegen los bosques. De esta manera, la comunidad está ayudando al planeta a regular su clima a la vez que mantiene a sus vecinos silvestres (elefantes, rinocerontes y orangutanes en peligro) a salvo.


Cultivar bosques de alimentos en Brasil
La producción de alimentos ha cambiado nuestro planeta más que cualquier otra actividad humana, y representa 1/3 de todas las emisiones de gases de efecto invernadero. Pero no tiene que ser así. En la granja de Rosely Dias, hay en funcionamiento un paradigma diferente. En lugar de los campos llanos de soja o maíz que podrías esperar, verás un bosque de árboles frutales nativos que se extiende ampliamente con banana, yuca y cacao.
Rosely es una de las más de 600 familias en la Amazonia brasileña que están cultivando árboles para obtener alimento, en lugar de cortarlos para hacer campos de pastoreo. Lote por lote, estas pequeñas granjas familiares están salvando la Amazonia y haciendo crecer la resiliencia climática a través del cuidado de los mejores sumideros de carbono de la naturaleza.
Quote: Rosely Dias
Pensé en abandonar mi tierra hasta que descubrí que podía trabajar con la naturaleza como mi socia y no como mi enemiga. Y ahí fue cuando todo cambió.
Intercambiar cultivos por agua—y cerveza—en Arizona
La agricultura también representa el 70 % del uso de agua dulce. Pero el cambio climático está haciendo que los ciclos de agua sean impredecibles y la demanda de alimentos continua en aumento. La actividad agrícola necesita soluciones que usen menos agua y produzcan más alimentos. La familia Hauser está demostrando una manera para trabajar con la naturaleza en sus campos vecinos al río Verde de Arizona, una frondosa franja de verde en medio del desierto.
Al cambiar la sedienta alfalfa por nogales tolerantes a la sequía, y cebada maltera (que usa menos agua), la familia Hauser está ahorrando más de 295 millones de litros (78 millones de galones) de agua por año y abasteciendo a las florecientes cervecerías de la comunidad gracias a la financiación de la Ley Agricola (Farm Bill). ¡Una adaptación climática que merece un brindis!


Restaurar hábitats nativos en Sudáfrica
Los cultivos no son las únicas plantas sedientas que pueden amenazar los suministros de agua. En 2018, Ciudad del Cabo, Sudáfrica, estuvo peligrosamente cerca de quedarse sin agua. Una de las principales causas de la sequía fue la proliferación de árboles invasores como el pino y el eucalipto, que consumen enormes cantidades de agua en comparación con las plantas nativas, reduciendo así la disponibilidad de agua para las personas en Ciudad del Cabo y sus alrededores.
Eliminar estos invasores sedientos es una parte crucial del Fondo de Agua de Ciudad del Cabo. Hasta octubre de 2023, los equipos del fondo han despejado más de 46,000 hectáreas de árboles invasores, recuperando aproximadamente 15.2 mil millones de litros de agua al año, o 42 millones de litros por día. Además, el programa ha creado nuevos empleos sostenibles para los residentes.

Preservar conexiones culturales en Ecuador
Proteger y restaurar la naturaleza es otra manera de mejorar la seguridad hídrica de cara al cambio climático. Las comunidades Waorani y Kichwa desde siempre han dependido de las vías de aguas conectadas de la Amazonia ecuatoriana para obtener su sustento, medios de vida y tradiciones, todo lo cual ahora se ve amenazado por la sequía extrema y la contaminación proveniente de la minería ilegal y la desforestación.
Las comunidades indígenas de la región unieron fuerzas para proteger 1800 kilómetros de los ríos Nushiño, Curaray y Villano, que se conectan con un parque nacional cercano para crear un corredor de agua dulce protegido. Para ponerlo en perspectiva, sería casi el equivalente a la distancia entre Buenos Aires y Rio de Janeiro.


Impulsar soluciones climáticas con ostras en Estados Unidos
Brian Rackley ha cultivado —y servido— más de un millón de ostras en su restaurante de Decatur, Georgia. Todas esas conchas usadas ahora son la base de arrecifes de ostras silvestres restaurados a lo largo de la costa atlántica del estado. Cada concha reciclada puede ayudar a veinte nuevas ostras que crecerán a filtrar agua y proteger las comunidades costeras de Georgia contra las marejadas ciclónicas.
Al compartir su historia de resiliencia climática junto con el resto de la Shellfish Growers Climate Coalition, Brian aboga por una política climática inteligente que pueda continuar apoyando su industria, para que a la vez su industria pueda continuar apoyando el clima.
Quote: Brian Rackley
No puedo decirle a mi hijo de seis años que salvamos el mundo solos, pero al menos puedo decirle que hemos hecho algo.
