Pareja con su niño en la sabana de Kenia con montañas en el fondo.
CUIDANDO EL FUTURO Durante generaciones, las comunidades de Tsavo, Kenia, han encontrado formas de convivir con la fauna que depende de la misma tierra. © Roshni Lodhia
Perspectivas

Kenia: comunidades impulsan conservación en beneficio de personas y naturaleza

Más allá de los parques, donde la vida silvestre deambula libremente, las comunidades lideran la conservación.

En la extensa sabana de Taita Taveta, en el sur de Kenia, el santuario LUMO Community Wildlife Conservancy encarna la floreciente coexistencia entre las personas, la vida silvestre y la tierra. Al amanecer, los pastores locales guían a su ganado, mientras los elefantes cubiertos de tierra roja (una característica única de los elefantes del ecosistema de Tsavo) surcan antiguas rutas migratorias del terreno. 

A diferencia de los modelos de conservación tradicionales, que separan la naturaleza de las personas, las asociaciones para la conservación comunitaria de Kenia son paisajes vivos donde los seres humanos y la vida silvestre coexisten.

“LUMO es más que una reserva: es nuestro hogar, nuestro patrimonio y nuestra responsabilidad compartida por lograr un futuro sostenible”, afirma Benjamin Nyambu, gerente de operaciones de LUMO.

Manada de elefantes disfruta bañándose en el paisaje de tierra rojiza y montanas verdes.
EL BAÑO DE LOS ELEFANTES Una manada se reúne en un abrevadero para bañarse y socializar, con sus pieles cubiertas de polvo rojo que se funden con la tierra del ecosistema de Tsavo. © Roshni Lodhia
Ganado pastando con arbustos en el fondo.
CUIDADO LOCAL DE LA TIERRA El ganado pasta en las praderas abiertas de Taita Taveta, Kenia, donde el pastoreo rotativo ayuda a regenerar los ecosistemas y sostener a las familias. © Roshni Lodhia

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Las asociaciones para la conservación comunitaria se crean cuando las comunidades locales registran sus tierras tradicionales para su uso en beneficio de la naturaleza y las personas. Establecen modelos de gobernanza que promueven el manejo sostenible de los recursos naturales, lo que posibilita que las comunidades locales sean propietarias, gestionen y se beneficien de la protección de sus recursos naturales.

Las asociaciones para la conservación comunitaria también salvaguardan los corredores de vida silvestre y las zonas de amortiguamiento que son críticas para conectar los parques nacionales, al mismo tiempo que generan oportunidades económicas para los residentes locales, como puestos de trabajo en turismo y conservación. Este modelo ha convertido a Kenia en un líder mundial en materia de conservación impulsada por la comunidad, donde la protección de la naturaleza también favorece los medios de vida.

Un equilibrio delicado

Aproximadamente el 65 % de la vida silvestre keniana reside fuera de los parques y reservas nacionales protegidos por el gobierno, sobre todo en tierras comunitarias y privadas, lo que significa que en Taita Taveta y otras regiones de Kenia las comunidades conviven con la vida silvestre. Al igual que muchas zonas gestionadas por la comunidad, los retos que se enfrentan son significativos: el cambio climático ha provocado sequías prolongadas, lo cual mengua las fuentes de alimento y agua tanto para los humanos como para la vida silvestre. Además, el desarrollo a veces genera que la vida silvestre se desplace más cerca de las comunidades humanas.

Enduring Earth in Kenya (4:22) La guardaparques más joven de Tsavo trabaja para fortalecer la relación entre comunidades y vida silvestre. A través de Enduring Earth, TNC colabora con el Gobierno de Kenia y socios comunitarios para empoderar y garantizar el éxito de las personas y la fauna en el país.

Los conflictos entre seres humanos y vida silvestre siguen siendo un desafío acuciante en Kenia. Según un informe del 2021 del Servicio de Vida Silvestre de Kenia (SVSK) (enlace en inglés), más de 200 personas perdieron la vida entre 2014 y 2020, principalmente por encuentros con elefantes, mientras que grandes carnívoros como leones y hienas fueron responsables de una amplia depredación de ganado.

En regiones como Taita Taveta, los elefantes, en busca de alimento tradicional, suelen invadir tierras de cultivo donde el maíz y otros cultivos han reemplazado los corredores naturales. Estos campos se convierten en una fuente de alimento fácil, causando pérdidas devastadoras para los agricultores de subsistencia. En algunos casos, esto provoca represalias, como atacar a la fauna con lanzas o apoyar la caza furtiva ilegal.

Quote: Jonas Mwakima

Siempre digo que para lidiar con los elefantes hacen falta 1.001 maneras… y sigo encontrando más.

Agricultor

Las comunidades locales trabajan activamente para reducir los conflictos y proteger lo más importante: sus familias, su ganado y su patrimonio natural común. Utilizan técnicas tradicionales como reforzar los cercos para el ganado con arbustos espinosos e implementan sistemas de alerta temprana, como la información proporcionada por collares conectados a una tecnología que avisa a las comunidades sobre la presencia de animales salvajes. “Tenía 3000 mandiocas y las arrancaron todas en tres días”, cuenta Jonas Mwakima, un agricultor de Taita Taveta que limita con los famosos parques nacionales de Amboseli y Tsavo.

“Lo mismo ocurrió con el maíz y la soja verde” (pequeñas legumbres verdes también conocidas como judía mungo). El desarrollo a lo largo de los corredores migratorios había provocado que una creciente población de elefantes se adentrara en su comunidad. Mwakima ha respondido con innovación, utilizando elementos disuasorios como sistemas de ruido, cultivos de chile, vallas en forma de colmenas y luces con sensores de movimiento. “Suelo decir que hacen falta 1001 maneras de lidiar con elefantes, así que sigo creando nuevas”.

Elefantes madre e hijo recorren la sabana.
GESTIONANDO EL CONFLICTO En Kenia, las comunidades están adoptando soluciones creativas para manejar el conflicto con elefantes y otras especies silvestres. © Roshni Lodhia
Hombre posa con vuvuzela y linterna.
RESILIENCIA COMUNITARIA Linternas y vuvuzelas son algunos de los objetos cotidianos que se han convertido en parte de un ingenioso kit para ahuyentar elefantes y evitar que arrasen cultivos en Taita Taveta, Kenia. © Roshni Lodhia

Una solución que involucra a las comunidades

“Taita Taveta es un punto de conflicto entre humanos y vida silvestre”, explica Alfred Mwanake, CEO de la Taita Wildlife Conservancies Association (TTWCA). “La fauna depreda el ganado de las personas, se come sus cosechas y pisotea sus campos, lo que amenaza sus medios de vida rurales. Si las iniciativas de conservación no involucran a las comunidades locales, habrá más resentimiento, y esto provocará un aumento de la caza furtiva y actos de represalia. Nuestra estrategia debe priorizar las soluciones pragmáticas y orientadas a la comunidad que protejan tanto a las poblaciones humanas como a la vida silvestre”.

Al asegurar que las comunidades perciban sus beneficios tangibles, las asociaciones para la conservación comunitaria fomentan el sentido de propiedad, incluso transformando a veces a antiguos cazadores furtivos en guardaparques y a pastores en gestores responsables de las tierras. A través del ecoturismo, el pastoreo sostenible y los modelos de reparto de ingresos, los miembros de la comunidad participan directamente en las tareas de conservación.

Además, tienen acceso a soluciones prácticas y centradas en la comunidad, como vallas metálicas, muros de piedra o cercos tradicionales para el ganado reforzados con arbustos espinosos que mantienen alejados a los depredadores, así como a tecnología más moderna que rastrea los movimientos de los animales cerca de las aldeas. Las comunidades también pueden acceder a programas de compensación por vida silvestre que las organizaciones conservacionistas o el gobierno financian.

 

Quote: Alfred Mwanake

Taita Taveta es un punto crítico de conflicto entre personas y fauna… Nuestra estrategia debe priorizar soluciones prácticas, orientadas a la comunidad, que protejan tanto a las poblaciones humanas como a la vida silvestre.

CEO, Asociación de Conservancias de Vida Silvestre de Taita Taveta

Desde 2023, los kenianos han establecido más de 230 áreas de conservación, que abarcan millones de acres y aproximadamente el 16 % del territorio nacional. La mayoría de estas iniciativas son lideradas por comunidades, aunque las conservaciones comunitarias siguen estando subutilizadas. Su fortalecimiento y expansión pueden generar un mayor impacto, pero también exigen superar desafíos como la tenencia de las tierras, los marcos jurídicos y la creciente presión del desarrollo. Un enfoque a escala nacional que aumente significativamente la inversión en conservación comunitaria podría ofrecer una respuesta muy necesaria.

El gobierno de Kenia está trabajando con TNC y las partes interesadas en la conservación, incluidas las asociaciones para la conservación comunitaria, para desarrollar una iniciativa de Financiamiento de Proyectos para la Permanencia (PFP, por sus siglas en inglés), que proporcione los fondos y compromisos necesarios para ayudar a conservar la naturaleza al mismo tiempo que beneficia a las personas a largo plazo. 

El PFP Thamani Asili forma parte de una iniciativa mundial llamada Enduring Earth, que reúne a naciones y comunidades para acelerar la conservación en todo el planeta, aborda la pérdida de biodiversidad y el cambio climático y, al mismo tiempo, brinda apoyo al desarrollo económico de las comunidades. Thamani Asili, que en suajili significa “el valor de la naturaleza”, ayudará a proteger estos paisajes comunitarios que ahora son centros de biodiversidad, resiliencia y gestión local.

Mediante el apoyo a reformas reales, la obtención de derechos sobre las tierras y el establecimiento de estructuras de gobernanza inclusivas, el PFP busca aumentar la eficacia de las asociaciones para la conservación comunitarias y mejorar los medios de vida y los beneficios para las personas.

Una carencia histórica de tenencia y la necesidad actual de financiamiento

El crecimiento del movimiento de asociaciones para la conservación comunitaria en Kenia ha llevado a comprender que las políticas deben evolucionar de forma que aborden la importancia de los beneficios equitativos y reconozcan la propiedad comunitaria de las tierras.

“Que las comunidades obtengan la tenencia de las tierras es fundamental para apoyar la conservación comunitaria”, afirma Chantal Migongo-Bake, subdirectora de conservación del programa africano de TNC. La Ley de Tierras Comunitarias de Kenia de 2016 supuso un importante avance. Creó un marco jurídico para que las comunidades obtuvieran la titularidad de sus tierras. Pero hace falta más. “Con la propiedad asegurada, las comunidades pueden buscar oportunidades más sólidas de generación de ingresos que utilicen la protección a largo plazo de los recursos naturales”, indica Migongo-Bake.

 

Guardaparques y personas reunidas en circulo bajo un arbol.
ARRAIGO COMUNITARIO Residentes de la aldea de Kiteghe, en Taita Taveta, y Domitilah Wakesho, guardaparque de TTWCA, se reúnen en un encuentro comunitario para compartir conocimientos. © Roshni Lodhia
Elefantes, tierras de cultivo y carreteras.
CONVIVIENDO CON LA VIDA SILVESTRE En todo Kenia, el desarrollo puede empujar el movimiento de la fauna más cerca de las comunidades humanas. © Roshni Lodhia

Las asociaciones para la conservación comunitaria de Kenia han dependido durante mucho tiempo del turismo, las subvenciones y las donaciones como principales fuentes de ingresos. Si bien éstas han respaldado las tareas de conservación, un enfoque más diversificado, que incorpore oportunidades emergentes como los créditos de carbono, puede fomentar una mayor innovación y resiliencia.

Con el estratégico apoyo financiero y técnico del PFP Thamani Asili, las comunidades pueden expandirse hacia empresas basadas en la naturaleza que no solo sostengan la conservación, sino que además promuevan objetivos de desarrollo más amplios, como la educación y la atención médica.

Un vistazo a lo posible

Aunque no es inmune a las presiones del cambio climático y el desarrollo, el santuario LUMO Community Wildlife Conservancy es un testimonio de lo que la conservación dirigida por la comunidad puede conseguir. Con una extensión de 19 400 hectáreas en Taita Taveta, LUMO fue creado por tres grupos ganaderos locales a principios de los años 2000. Lo que solía ser un paisaje degradado por la caza furtiva desenfrenada, se ha transformado en un próspero refugio de elefantes, guepardos y raras especies de antílopes.

Gracias a los ingresos del turismo, LUMO financia escuelas locales, atención médica y oportunidades de empleo, lo cual genera incentivos directos para la conservación. Los miembros de la comunidad suelen aplicar conocimientos autóctonos para gestionar los ecosistemas, como el pastoreo rotativo del ganado para garantizar que los pastizales tengan tiempo de descansar y recuperarse.

En LUMO, “la conservación ayuda a apoyar la educación, la resiliencia climática y los medios de vida”, menciona Nyambu.

Para quienes viven en los alrededores de LUMO, proteger y cuidar el ganado y la vida silvestre es fundamental, ya que ambos proporcionan importantes fuentes de ingresos. Las comunidades están adoptando soluciones creativas, desde la construcción de cercos a prueba de depredadores hasta el uso de vallas en forma de colmenas para disuadir a los elefantes.

Los programas de compensación, como el fondo de seguros de la Ley de Manejo y Conservación de la Vida Silvestre, garantizan que los agricultores y ganaderos no tengan que soportar la totalidad del costo de la convivencia con la vida silvestre. El PFP Thamani Asili proporcionará más fondos para actividades que ayuden a las personas y a la vida silvestre a compartir las tierras de forma pacífica.

 

Rinoceronte en la sabana africana.
GIGANTES DE LAS PRADERAS Un rinoceronte, uno de los gigantes más amenazados de África, emerge en silencio de las doradas praderas. © Roshni Lodhia
Vista aérea muestra techos de casas y naturaleza entremezclados.
PAISAJES VIVOS En Taita Taveta, Kenia, la línea entre lo silvestre y lo civilizado suele ser difusa. © Roshni Lodhia

“Es importante coexistir con los elefantes porque compartimos el mismo planeta. No tienen adónde ir”, explica el agricultor Mwakima. “Tenemos que entenderlos. ¿Hay una sequía de dónde vienen? Aprendí que, cuando llueve, no traen problemas, así que ¿vienen por comida, agua o están de paso? Una vez que los entiendes, puedes coexistir con ellos”.

Las voces de pastores, agricultores y guardaparques engloban una simple verdad: la conservación no consiste en elegir entre las personas y la vida silvestre, sino en cuidar su existencia compartida. Las asociaciones para la conservación comunitaria de Kenia demuestran que estos paisajes pueden seguir siendo lugares donde los elefantes deambulan, los niños y las familias prosperan y la conservación perdura.