Perspectivas

La carrera urbana contra el cambio climático: hacer que una de las ciudades más calurosas de Alemania se vuelva verde

Cómo Stuttgart está usando soluciones basadas en la naturaleza para la adaptación climática

Vista panorámica de Stuttgart con edificios bordeada de colinas y vegetación.
Stuttgart La vibrante capital de Baden-Württemberg en el sudoeste de Alemania es conocida por ser el hogar de icónicas marcas de automotores y como una de las ciudades más calurosas de © Gabriel Parsyak

Es un día de calor abrasador en Stuttgart, Alemania. Pero el lateral de un edificio, oculto en el campus de Fraunhofer en el oeste de la ciudad, es más fresco que otros. Y también es verde: su pared exterior se eleva en una colorida y suave mezcla de hierbas y matas. Los pájaros bajan en picada para atender su nido, y las abejas zumban felices entre flores brillantes.

El equipo que creó este jardín vertical lo llamó Pared Climática Silvestre, (enlace en alemán) y es un ejemplo de lo que se conoce como urban greening o ecologización urbana. El urban greening puede adoptar muchas formas, y su objetivo central es reemplazar el gris de las calles y los edificios de la ciudad con el verde de plantas y árboles. Al hacerlo, crea oportunidades para la biodiversidad, captura el agua de las lluvias y reduce las temperaturas del verano. 

Cámara de medición termal apuntando a la pared climática silvestre.
Campus de FRAUNHOFER EN STUTTGART La Pared Climática Silvestre alberga más de 70 especies de plantas y proporciona diversos hábitats. La cubierta verde también refresca el edificio, como se muestra en esta cámara térmica. © Calvin Leander

Esta clase de refrigeración se necesita con urgencia en ciudades de todo el mundo, pero especialmente en Stuttgart. La vibrante capital de Baden-Württemberg en el sudoeste de Alemania, es muy conocida por sus fuertes raíces industriales y por ser el hogar de las icónicas marcas de automóviles Mercedes-Benz y Porsche. Quizás acertadamente, también, se pronostica se convertirá en una de las ciudades más calurosas de Alemania, y con proyecciones que muestran que se duplicarán los días con estrés térmico para el 2050, mientras que los inviernos serán hasta un 50 % más húmedos. 

¿Por qué tanto calor?

Rainer Kapp, jefe de Climatología Urbana de la ciudad de Stuttgart, explica que el centro de la ciudad está en un valle con muy poco viento. Al combinarse con un denso desarrollo urbano, el resultado es un “pronunciado efecto de isla de calor, lo que implica noches mucho más cálidas en comparación con el área circundante”. Además, añade que “la ubicación en la cuenca de un valle y el pesado sellado hacen que Stuttgart sea susceptible de inundarse si ocurren eventos de lluvias intensas”.

Se necesita actuar para prevenir los peores efectos del aumento de la temperatura en la ciudad. El calor ya está dañando a las personas y la vida silvestre en la ciudad. “El calor tiene un efecto estresante en las personas, especialmente para el corazón y la circulación. En general, el número de admisiones hospitalarias relacionadas con el calor está creciendo —dice Kapp—. Árboles y plantas también sufren por el calor y la sequía; ciertas especies no podrán sobrevivir en el futuro”. 

Gansos alimentándose en un parque urbano de Stuttgart.
Parque urbano en STUTTGART Se pronostica que Stuttgart se convertirá en una de las ciudades más calurosas de Alemania. Sin embargo, las autoridades locales están usando innovadoras soluciones basadas en la naturaleza para ajustarse al clima que cambia. Los espacios naturales en la ciudad pueden capturar carbono, dar sombra, aumentar la biodiversidad, reducir las temperaturas, mejorar la salud y el bienestar, y prevenir inundaciones. © Gabriel Parsyak

Bajar la temperatura

Las autoridades de Stuttgart ya se han puesto en acción. El municipio designó un meteorólogo para que estudiará las condiciones climáticas en la ciudad allá por 1938 (enlace en inglés) cuando la ciencia de la meteorología urbana estaba en pañales. Saltemos al siglo xxi, y el plan de adaptación climática (KLIMAKS) de 2012 de la ciudad fija una hoja de ruta para hacer frente al cambio climático. Hoy, Kapp lidera un grupo interdepartamental que renovó este plan de acción en 2024, y ahora contiene más de setenta medidas individuales de adaptación climática.

Ciclista en una calle de la ciudad de uso exclusivo para bicicletas.
FAHRRADSTRASSE EN STUTTGART El apoyo a la movilidad sostenible es una parte fundamental del plan climático de la ciudad. Recientemente, varias calles se destinaron a bicicletas y se rediseñaron para incluir más verde. © Gabriel Parsyak

La ciudad también está apuntando a lograr el cero neto para el 2035 El progreso está siendo impulsado, en parte, por el Fondo de Innovación Climática, el mayor fondo municipal de innovación climática en Europa. Stuttgart lo lanzó en 2021 para respaldar soluciones climáticas innovadoras de la ciencia, las empresas y la sociedad civil.

The Nature Conservancy (TNC) unió fuerzas con el fondo un año después, y ha apoyado las iniciativas de adaptación climática de Stuttgart gracias a financiamiento de  Right Now Climate Fund de Amazon (enlace en inglés) para el programa de Áreas Urbanas Verdes de TNC en Europa. Juntos, TNC y el Fondo de Innovación Climática crearon la línea Ivy una línea de financiamiento dedicada a llevar más soluciones de ecologización urbana a las calles de Stuttgart.

Hasta el momento, el programa Ivy ha apoyado diecinueve proyectos de ecologización urbana (enlace en alemán) con actividades en treinta vecindarios. Cada una está creada y llevada adelante por organizaciones —universidades, startups, ONG— que están conectadas con los barrios de Stuttgart y son seleccionadas por un panel experto.

Ecologización en acción

Los proyectos son muy diferentes en forma y tamaño. “Es maravilloso ver lo creativa que es la gente”, cuenta Sophie Mok, especialista en urban greening de TNC e integrante del equipo del Fondo de Innovación Climática. En una parte de la ciudad, el proyecto Car2tree ha transformado los espacios para estacionar —que se han liberado por la disminución de la cantidad de personas que tiene auto en Stuttgart— en pequeños parques al costado del camino con plantas y asientos de madera.

Bancas ingeniosamente diseñadas en escuelas y centros de día ofrecerán un asiento confortable a la vez que recogen el agua de lluvia que se usa para regar los espacios verdes cercanos. En tres sitios alrededor de la ciudad, pronto se plantarán 800 árboles y arbustos nativos en los llamados “bosques diminutos”, que sustentan la biodiversidad y eliminan cuarenta veces más CO2 que un bosque convencional.

Personas sentadas conversando tras un marco de cajas de madera en las que comienzan a crecer enredaderas.
LISTSTRASSE EN EL SUR DE STUTTGART La iniciativa Car2tree transforma las calles en espacios verdes para relajarse y conocer gente. La construcción de madera en la foto es el prototipo de la iniciativa, parte de la línea Ivy, respaldada por TNC. © car2tree project, Tilia e.V.

Una ecologización urbana bien hecha no solo involucra plantas y vida silvestre, sino también a las personas. Los proyectos del programa Ivy —y otros en distintas partes de la ciudad— toman como punto de partida a la comunidad. Jamie Chan es la directora de Áreas Urbanas Verdes de The Nature Conservancy para Europa y trabaja en diferentes ciudades para llevar la naturaleza a los espacios urbanos. “Cuando tienes una idea para transformar un espacio urbano, las personas que usan ese espacio tienen que estar involucradas desde el inicio y tienen que ser parte de la conversación”, sostiene. En particular, las áreas urbanas verdes deben ser accesibles para personas en áreas desfavorecidas. 

Un desafío central del trabajo de ecologización urbana es que el espacio en las ciudades escasea. Se disputa cada metro cuadrado, y hay necesidades y prioridades contrapuestas de diferentes personas e iniciativas. Los árboles pueden oscurecer el frente de las tiendas, por ejemplo, y quienes tienen auto pueden querer tener calles más amplias y más lugares para estacionar. Los proyectos de ecologización urbana deben sortear estas situaciones proactivamente y con sensibilidad.

El proyecto Car2tree, por ejemplo, tiene horas abiertas al público para contestar preguntas, y el equipo del proyecto asiste a los eventos del vecindario en los que pueden interactuar con la gente del lugar. “Se trata de contarles cuáles son los beneficios de un modo que les interpele, pero también es escuchar su miedos para poder tenerlos en cuenta en el diseño del proyecto”, dice Mok. Este tipo de conversaciones construyen el respaldo necesario para que un proyecto siga adelante, para que su impacto pueda perdurar en el futuro.

El éxito en la ecologización urbana, entonces, está igual de relacionado con la gente que con la naturaleza. Los eventos para tejer redes y conocer a las personas apasionadas detrás de muchos de los proyectos de ecologización urbana de Stuttgart y otras innovaciones climáticas han resultado ser muy populares y ahora se realizan dos veces por año. El programa Ivy ahora involucra activamente a más de mil personas, entre residentes y partes interesadas.

Visitantes observan la pared climática silvestre en Stuttgart.
Compromiso con la comunidad Quienes visitan el campus de Fraunhofer en Stuttgart aprenden más sobre la Pared Climática Silvestre y los beneficios de la ecologización urbana. Este proyecto es parte de la línea Ivy y está respaldado por TNC. © Helix Pflanzensysteme GmbH

La ecologización urbana puede conectar a las personas no solo entre sí, sino también con el mundo natural. Como dice Mok, es un potente recordatorio de que “las personas pertenecen a la naturaleza”. Hacer que las ciudades grises vuelvan a ser verdes es una oportunidad para mostrar que se puede “vivir mejor en la ciudad”, añade. Es a través de la ecologización urbana que las ciudades pueden —y deben— adaptarse al cambio climático y convertirse en vibrantes ecosistemas en los que las personas, los animales y las plantas prosperen juntos.