¿Es posible salvar la Tierra?
La respuesta es «sí», con algunas condiciones. Estas son tres cosas que debemos hacer.
La ciencia lo dice: no tenemos por qué aceptar un destino sombrío para la Tierra. Se trata de una esperanzadora llamada de atención, pero sólo si actuamos con gran urgencia.
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Únete hoyEn una investigación publicada por The Nature Conservancy y 12 organizaciones homólogas, la ciencia nos señala un mejor camino para construir un futuro más sostenible y esperanzador para la Tierra.
Un futuro en el que el cambio climático catastrófico se mantenga a raya mientras seguimos alimentando a nuestro mundo en desarrollo. Un futuro en el que podamos alimentar a 10.000 millones de personas en todo el mundo y proporcionar agua potable más limpia y abundante, protegiendo al mismo tiempo las tierras, los lagos y los ríos que son fuente de vida. Un futuro en el que el corazón salvaje de la naturaleza siga latiendo con fuerza a través de una fauna y flora saludables y unos paisajes magníficos, mientras nuestras ciudades se fortalecen en armonía con la naturaleza.
Un futuro en el que las personas y la naturaleza prosperen juntas. La ciencia nos muestra que esta visión del futuro es alcanzable, y debemos unirnos (enlace en inglés) y concentrar todo nuestro esfuerzo en las grandes prioridades que harán realidad esta visión.


Las 3 cosas que debemos hacer
Lo que está en juego no podría ser mayor. Si seguimos el camino que nos muestra la ciencia, tenemos el poder de salvar casi todos los tipos de hábitat en todo el mundo. Eso es una gran victoria para la vida silvestre, las aves, las plantas, los insectos y la diversidad de la vida que hace que nuestro mundo natural sea un tesoro.
Es esencial actuar con urgencia y debemos aprovechar esta oportunidad sin precedentes para cambiar el curso de la historia. La comunidad internacional se está preparando para tomar decisiones decisivas para el futuro, con acuerdos trascendentales que tienen el poder de detener el catastrófico cambio climático y preservar la biodiversidad en la Tierra.
Esta podría ser la década en la que salvemos el planeta. Pero debemos hacer realidad las promesas, las políticas y el esfuerzo de colaboración necesarios para proteger la naturaleza del colapso.
He aquí tres formas principales en que tenemos que dejar de hacer las cosas como hasta ahora y actuar con valentía para avanzar en la conservación. Sigue leyendo o consulta nuestro gráfico interactivo sobre el gran impacto que pueden tener estas soluciones. (enlace en inglés)
1. Producir más alimentos en menos tierra
El problema:
La modalidad actual de agricultura a gran escala es la mayor fuente de conversión de tierras, impulsa la deforestación que empeora el cambio climático, utiliza el 70 % del suministro de agua dulce del mundo y se basa en prácticas de fertilización que contaminan nuestras aguas. A medida que aumenta la necesidad de alimentar a mil millones de personas más, la expansión agrícola podría devastar los hábitats, liberar aún más carbono a la atmósfera y secar los ríos.
Cómo solucionarlo:
Producir alimentos en los lugares donde es más probable que prosperen, lo que hará que se utilice menos agua y menos tierra.
Cómo estamos actuando ahora mismo:
Estamos analizando imágenes por satélite y el potencial de rendimiento local para determinar dónde pueden expandirse la soja y la ganadería sin destruir la naturaleza. Este enfoque es especialmente importante en la región del Cerrado de Brasil, donde la mitad del hábitat natural ya se ha convertido en tierras de cultivo y pastos. Cooperar con los agricultores en prácticas sostenibles puede ayudar a salvar lo que queda de la fértil sabana del Cerrado.
2. Acabar con la sobrepesca
El problema:
La sobrepesca y la mala gestión de la pesca no sólo son devastadoras para las especies de peces que se ven empujadas al borde del colapso. Pone en peligro las redes alimentarias y los ecosistemas oceánicos al alterar el equilibrio de toda la vida marina. Y amenaza a miles de millones de personas que dependen de los productos del mar como una importante fuente de sustento y proteína animal. Si no se producen cambios sustanciales, el 84 % de las poblaciones pesqueras del mundo corren peligro de desaparecer a lo largo de nuestra vida.
Cómo solucionarlo:
Perfeccionar nuestros métodos de pesca para capturar sólo lo que las poblaciones de peces pueden tolerar en este momento, de modo que nuestros océanos puedan tener más abundancia y salud en el futuro.
Cómo estamos actuando ahora mismo:
Estamos haciendo que los pescadores puedan utilizar los datos para gestionar sus capturas de forma más sostenible de forma rápida, fácil y asequible. Al igual que el software de reconocimiento de imágenes, la tecnología FishFace, de la que somos pioneros en Indonesia, utiliza la inteligencia artificial y el aprendizaje automático para identificar las especies de peces y hacer un seguimiento de su número, de modo que los pescadores puedan evitar capturar un número excesivo o las especies equivocadas.


3. Aumentar el uso de energías limpias
El problema:
El cambio climático es la amenaza más grave a la que se enfrenta nuestro planeta hoy en día. Debemos reducir las emisiones de carbono hasta los niveles acordados en el Acuerdo Climático de París, o por debajo de ellos, para evitar daños catastróficos. Y con la previsión de que la demanda mundial de energía aumente un 56 % en las próximas dos décadas, será imposible cumplir esos objetivos de emisiones si seguimos recurriendo principalmente a los combustibles fósiles tradicionales.
Cómo solucionarlo:
Cambiar el 85 % del suministro de energía del mundo a fuentes de combustible no fósiles e invertir en estrategias como la reforestación que capturan el dióxido de carbono.
Cómo estamos actuando ahora mismo:
Abogamos por una normativa que permita reutilizar antiguos terrenos mineros para la energía solar y eólica. Decenas de miles de hectáreas de terrenos mineros degradados en la Gran Cuenca de Nevada están ahora disponibles para el desarrollo de energías renovables. Si se opta por terrenos ya alterados, las nuevas turbinas y paneles solares no tendrán que destruir más espacios naturales.


Realmente tenemos el poder de construir un futuro en el que la naturaleza y las personas puedan prosperar juntas.
Un camino más sostenible es posible. Pero tenemos que reunir a individuos, gobiernos, empresas y comunidades de todo el mundo para que actúen con nosotros durante la próxima década. Cuando nos sentamos a la mesa con líderes de todo el mundo, nos da mucha fuerza mostrar la gran cantidad de personas que nos apoya.
Esta es la década para actuar por el planeta. No hay tiempo que perder.
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