El agua dulce fluye por un pequeño arroyo en la región andina de Colombia, en Sudamérica
PEQUEÑO ARROYO EN COLOMBIA El agua dulce fluye por un pequeño arroyo en la región andina de Colombia, en Sudamérica © Diego Ochoa

Historias en Colombia

Proteger las aguas en su origen

Invertir en la naturaleza para asegurar el agua dulce en las ciudades más en riesgo de Colombia

A medida que la población de Colombia aumenta y se vuelve más urbana, es mayor la cantidad de agua que se consume día a día. Las actividades agrícolas y de cría de ganado descontroladas amenazan los bosques, páramos y ríos prístinos que de forma natural limpian y filtran el agua para millones de colombianos.

En lugar de pagar una costosa filtración industrial, The Nature Conservancy (TNC) financia a los dueños de tierras aguas arriba para que empleen prácticas de agricultura sostenible y de conservación y restauración de áreas naturales, para proteger así el agua en su origen y garantizar que estén limpias cuando llegan a sus usuarios. 

Cuando restauramos hábitats de importancia crítica para limpiar el agua en su origen, resguardamos lugares ecológicamente sensibles y guiamos el desarrollo hacia sitios con el menor impacto sobre la naturaleza. Con ciencia y trabajo conjunto alentamos la aplicación de prácticas y políticas innovadoras, como lo hemos hecho con la Alianza Latinoamericana de Fondos de Agua. Nos asociamos con Gobiernos, comunidades locales, pueblos originarios e industrias y les aportamos herramientas científicas que inspiran a trabajar de manera colectiva y ayudan a proteger la tierra y el agua.

Paramo
EL FRAILEJON Arriba ¿qué es lo que parece un desierto, pero está lleno de agua? ¡El ecosistema único del páramo! Una esponja virtual en las alturas montañosas; este paisaje andino abastece el agua esencial para grandes ciudades como Bogotá. © Diego Ochoa

En el Parque Nacional Chingaza, los páramos no solo son el hogar de una diversidad natural espectacular (cóndores, osos de anteojos y águilas doradas), sino que además proveen la mayor parte del agua que fluye por Bogotá, la capital de Colombia. Chingaza y sus cuencas, además de los otros dos sistemas que abastecen a la ciudad, sufren la presión de la actividad humana, como, por ejemplo, cambios en el uso de la tierra, deforestación y agricultura, así como el cambio climático. Se necesitan recursos financieros para su conservación y restauración. 

Las estrategias innovadoras, como los Fondos de Agua, aseguran que los usuarios compensen a las comunidades aguas arriba por proteger los bosques, páramos y otras tierras que salvaguardan el agua que llega a las ciudades. Los Fondos de Agua no solo cuidan el agua en su origen, también permiten administrar mejor el recurso hídrico y concentrar los esfuerzos de distintos entes que supervisan su seguridad.

Hasta ahora, TNC ha ayudado a salvaguardar fuentes de agua para 16 millones de personas a través de los Fondos de Agua en Bogotá, Valle del Cauca, Medellín, Cali, Cúcuta, Cartagena, Santa Marta y Ciénaga.

Implementados inicialmente en América Latina, y ahora en todo el mundo, los Fondos de Agua reúnen a grupos comunitarios, agricultores, Gobiernos, emprendimientos comerciales de todo tamaño y colegas ambientalistas para intensificar la conservación en el terreno y aportan muchos beneficios, como la seguridad del agua, la protección de la biodiversidad, el desarrollo económico y la adaptación al cambio climático.

Al unir a todos los sectores, estamos haciendo que el agua sea más limpia y menos costosa para millones de colombianos.

Bogota
BOGOTÁ, COLOMBIA Arriba, Bogotá se extiende al pie de las hermosas montañas que la rodean y filtran sus aguas naturalmente. © Juan Melgarejo

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