Bosques de Belice
Mono araña en Belice Mono araña en los bosques de Belice © Ana García/TNC

Belice

Inversiones globales para la conservación

Innovación financiera en la Reserva del Río Bravo

The Nature Conservancy desarrolla nuevos mecanismos financieros y de inversión para combatir el cambio climático e invertir en salvar las selvas del planeta. La Reserva de Río Bravo, en Belice, es muestra de cómo lograrlo.

El cambio climático es provocado por acciones en todo el mundo, y las acciones para mitigarlo y para reducir el daño que pueda causar pueden y deben ocurrir en todo el planeta. Para ello, The Nature Conservancy ha desarrollado estrategias financieras y de recaudación que permiten que los  actores sociales de un país puedan compensar sus emisiones en otro punto del globo, contribuyendo además a mejorar la calidad de vida de las poblaciones locales. Eso es lo que ha ocurrido, por ejemplo, en la Reserva de Conservación y Manejo de Río Bravo, que ha logrado la sostenibilidad financiera mediante el retiro de las compensaciones de carbono.

Esta iniciativa, se trata del primer proyecto de carbono de TNC y de uno de los primeros esfuerzos de este  tipo a nivel mundial. En 2012, la reserva de Río Bravo certificó 1.6 millones de toneladas de compensaciones de carbono, que dejaron de emitirse a la atmósfera por la deforestación evitada o que fueron capturadas por los esfuerzos de manejo forestal. Esto  ha permitido retirar con éxito más de 1.5 millones de dólares en compensaciones, que ahora ayudan a garantizar la viabilidad financiera de la reserva, cuyas 100 mil hectáreas son manejadas en alianza con una entidad local, Programme for Belize.

Las selvas de Belice son parte importante de la Selva Maya, uno de los grandes macizos forestales en mejor estado que le quedan al mundo. La reserva de Río Bravo ayuda a conservar gran parte de su biodiversidad, además de ser hogar para la mayor población de jaguares de la Selva Maya. No menos importante es que sus árboles almacenan enormes cantidades de dióxido de carbono que, si se vertieran a la atmósfera después de un incendio forestal o por la deforestación que avanza con fuerza en otras latitudes y que amenaza estos ecosistemas, contribuirían a acelerar aún más y a agravar el cambio climático. Financiar su conservación, sin embargo, es muy difícil si no se suman esfuerzos de todas las latitudes.

Para contribuir a la conservación de la Selva Maya, TNC ha desarrollado esquemas financieros innovadores que permiten a actores sociales  de todo el planeta a concentrar sus esfuerzos en donde tienen mejores resultados. Así, la organización ha trabajado con proveedores de energía de otras partes del globo para que inviertan en la conservación y manejo forestal de la reserva, de forma que estas selvas ayuden a reducir el impacto de sus actividades.

Con esos recursos se ha garantizado la permanencia de las selvas de Río Bravo y se emprenden acciones que agregan a las que pasarían sin otra intervención. Además se han tomado medidas para evitar fugas de carbono -es decir, para impedir que la deforestación que hubiera ocurrido en ausencia de este esfuerzo simplemente cambie de lugar.

Uniendo los esfuerzos y juntando los recursos de actores de distintas partes del globo se pueden enfrentar problemas globales como el cambio climático articulando esfuerzos igualmente globales, consiguiendo además impactos positivos a nivel muy local, donde el cambio climático más duro pegará si no se toman más acciones como ésta.

 

Proyecto Río Bravo en Belice Este proyecto garantiza la conservación y el manejo sostenible en la Reserva de Conservación y Manejo de Río Bravo.