Vista panorámica del rio Misisipi al atardecer con una isla de arbustos en la mitad.
EL GIGANTE FLUVIAL El sol se oculta sobre una isla del río Misisipi, cerca de Fort Adams, Misisipi, en el sitio donde TNC lleva a cabo trabajos de conservación en Loch Leven. © Rory Doyle

Lugares que Protegemos

El pulso del Misisipi

El nuevo sistema centinela monitorea el Misisipi en tiempo real: calidad del agua, navegación segura y prevención de inundaciones.

Desde sus nacientes en Minnesota hasta su desembocadura en el Golfo, el río Misisipi y sus afluentes recorren 2 millones de kilómetros cuadrados, atravesando 31 estados de EE. UU. y dos provincias canadienses. Este río cumple funciones vitales: sostiene cultivos, transporta mercancías, crea hábitats esenciales para la vida silvestre y provee alimentos, empleos y agua dulce a millones de personas.

Sin embargo, a pesar de su importancia ecológica y económica, aún hay mucho que desconocemos sobre el Misisipi. Cuando los científicos de The Nature Conservancy (TNC) comenzaron a evaluar el progreso hacia sus metas de conservación en la cuenca del río, se dieron cuenta de que faltaban piezas clave del rompecabezas. 

“Nos hicimos una pregunta sencilla: ¿Contamos con los sistemas de monitoreo adecuados para saber si estamos avanzando en nuestros objetivos para la cuenca del Misisipi y para enfrentar los desafíos futuros del cambio climático?”, comenta Bryan Piazza, Ph.D., director científico de TNC en Luisiana. “Reunimos a expertos para explorar esta cuestión, y pronto nos dimos cuenta de que la respuesta era no”.

Esa respuesta se convirtió en una oportunidad. En 2020, TNC emprendió un ambicioso esfuerzo de cinco años para diseñar y financiar un “sistema centinela” que monitoree el río Misisipi de extremo a extremo y en toda su cuenca. Este sistema proporcionará datos críticos en tiempo real sobre factores como la calidad del agua, los sedimentos, la seguridad de la navegación y el riesgo de inundaciones.

Vista aérea de cosecha tractor en cultivos de arroz.
AGUA PARA LA VIDA Cosecha de arroz en Evans Farms, Symonds, Misisipi, una de muchas fincas familiares que dependen del río Misisipi para su sustento. © Rory Doyle

Un río en riesgo

Hasta ahora, la información sobre el estado del Misisipi ha sido recopilada por una variedad de agencias, con métodos diversos y presupuestos inconsistentes. Algunas zonas cuentan con estaciones de monitoreo que recogen datos detallados sobre escorrentía de nutrientes, sedimentación y variaciones en el caudal y nivel del agua. Otras áreas, en cambio, están mal monitoreadas, lo que deja a sus comunidades más vulnerables a riesgos como las inundaciones.

Ver el panorama completo es más importante que nunca. El Misisipi enfrenta múltiples amenazas. Especies invasoras como la carpa asiática están alterando el hábitat fluvial y poniendo en peligro a especies nativas. La escorrentía agrícola y el envejecimiento de las plantas de tratamiento de aguas residuales deterioran la calidad del agua, afectan la salud humana y aumentan los costos de tratamiento. Esta contaminación también daña la vida silvestre y contribuye a la llamada “zona muerta” en el Golfo, donde los bajos niveles de oxígeno matan peces y otras especies marinas.

Vista aérea muestra espigones sobre el rio Misisipi.
UNA VÍA FLUVIAL VITAL Espigones en el río Misisipi cerca de Memphis, Tennessee. Durante siglos, la cuenca del Misisipi ha sido clave para el transporte y el desarrollo de ciudades. Infraestructuras como represas, espigones y diques ayudan a estabilizar el flujo del agua para quienes dependen de este sistema fluvial. Julio de 2020. © Rory Doyle
Vista aérea de un pueblo rural a orillas del rio misisipi.
COMUNIDAD RIBEREÑA El río Misisipi bordea el pueblo rural de White Castle, Luisiana. Los diques en localidades como esta son comunes y ayudan a mitigar las inundaciones. Septiembre de 2020. © Rory Doyle
UNA VÍA FLUVIAL VITAL Espigones en el río Misisipi cerca de Memphis, Tennessee. Durante siglos, la cuenca del Misisipi ha sido clave para el transporte y el desarrollo de ciudades. Infraestructuras como represas, espigones y diques ayudan a estabilizar el flujo del agua para quienes dependen de este sistema fluvial. Julio de 2020. © Rory Doyle
COMUNIDAD RIBEREÑA El río Misisipi bordea el pueblo rural de White Castle, Luisiana. Los diques en localidades como esta son comunes y ayudan a mitigar las inundaciones. Septiembre de 2020. © Rory Doyle

El cambio climático agrava estos desafíos. En la desembocadura del río, el aumento del nivel del mar y el hundimiento de tierras están destruyendo humedales fluviales y costeros, que protegen a las ciudades de tormentas e inundaciones y sirven de hábitat para especies valiosas, como peces comerciales.

Las inundaciones también amenazan a las comunidades a lo largo del río, incluso lejos de la costa. Se prevé que, con el cambio climático, las crecidas serán más frecuentes, intensas y prolongadas. Como se vio en 2022, las sequías también pueden afectar la infraestructura del río y poner en riesgo ecosistemas, negocios y comunidades.

Además, los cambios en el caudal y la falta de datos en tiempo real contribuyen a accidentes marítimos. Sorprendentemente, a pesar de la tecnología disponible, los capitanes de embarcaciones aún deben hacer cálculos críticos a mano.

“No pueden simplemente consultar una página web para saber si pueden pasar bajo un puente cuando el nivel del agua sube o baja”, explica Piazza. “Es un tema de seguridad que ha causado colisiones con daños millonarios en barcos, represas, puentes y comunidades”.

Vista aérea del rio Misisipi fluyendo con arbustos en ambos costados.
RÍO MISISIPI El rio Misisipi fluyendo en las cercanías de Nelson, Wisconsin. © Jenn Ackerman y Tim Gruber

Construyendo un sistema centinela

Para enfrentar estos riesgos, los tomadores de decisiones necesitan un sistema confiable y actualizado que proporcione información en tiempo real sobre las condiciones del río. TNC lidera este esfuerzo colaborativo junto a decenas de socios y asesores técnicos, entre ellos la Agencia de Protección Ambiental (EPA), el Servicio Geológico de EE. UU., el Cuerpo de Ingenieros del Ejército, el Servicio de Pesca y Vida Silvestre, la NOAA/Servicio Meteorológico Nacional y universidades como Tulane.

El nuevo sistema centinela integrará los métodos de monitoreo existentes en una red coherente. Como primer paso, TNC y sus socios identificaron estaciones que necesitan mejoras y ubicaciones donde se deben instalar nuevas estaciones para cubrir vacíos. Con el diseño listo, la coalición trabaja ahora para asegurar financiamiento sostenible que permita su creación y mantenimiento a largo plazo.

Quote

El sistema centinela proporcionará datos críticos en tiempo real sobre calidad del agua, sedimentos, seguridad de navegación y riesgo de inundaciones.

Actualmente, los contribuyentes ya están financiando un sistema deficiente. En los próximos 25 años, se gastarán USD 750 millones  en la red de monitoreo actual. Con una inversión total de poco más de mil millones de dólares, ese sistema puede transformarse en una herramienta moderna y eficaz—y, a largo plazo, ahorrar dinero público al optimizar la eficiencia de los datos recopilados.

“Con un aumento del 32% en el financiamiento, podemos mejorar y ampliar el sistema actual para crear una red sostenida que responda a nuestras necesidades de gestión de calidad del agua, riesgo de inundaciones y seguridad de navegación en el futuro”, afirma Piazza. “Creemos que es una inversión modesta para lo que se obtiene”.

Vista aérea del serpenteante rio Misisipi rodeado de un frondoso dosel.
VISTA AÉREA El serpenteante río Misisipi cerca de Rosedale, Misisipi. Octubre 2020. © Rory Doyle

Un sistema para todos

El resultado será una red de monitoreo que beneficiará a residentes, empresas y tomadores de decisiones en toda la cuenca. Los líderes comunitarios podrán emitir alertas de emergencia por inundaciones y ajustar la gestión de sus sistemas de agua potable. Una mejor comprensión del flujo de agua y el transporte de sedimentos permitirá tomar decisiones más informadas sobre el uso del suelo y la conservación.

Los pilotos de embarcaciones fluviales podrán acceder a orientación de navegación en tiempo real. Y las agencias, organizaciones de conservación y otros actores tendrán los datos necesarios para evaluar el impacto de sus políticas y programas en la salud y funcionamiento del sistema fluvial más importante del país.

El sistema centinela está diseñado para ser modular y compatible con otros esfuerzos de monitoreo estatales y locales. Con el tiempo, se podrán incorporar más tipos de datos, y el sistema integrado responderá a las necesidades de múltiples usuarios. Por ejemplo, incluir información sobre vida silvestre y características de los ecosistemas permitirá a las organizaciones de conservación proteger mejor el hábitat del río.

Es difícil exagerar la importancia ecológica y económica del río Misisipi. Para proteger esta vía fluvial dinámica, debemos invertir en ciencia moderna.

“Necesitamos ver cómo está cambiando el río para adaptarnos a los efectos del cambio climático”, concluye Piazza. “Un sistema centinela nos permitirá asegurar que el Misisipi siga satisfaciendo las necesidades de todas las comunidades que toca”.