Reconectar un bosque, una apuesta de sostenibilidad en la altillanura
TNC viene trabajando en la rehabilitación de áreas degradadas para recuperar corredores de fauna y contribuir a la adaptación al cambio climático
Conoce esta historia en donde el Llano reverdece, y descarga nuestro protocolo de monitoreo de carbono para proyectos de restauración.
Hace más de treinta años, Marcela Serrano visitaba a sus tíos en la vereda Yucao del municipio de Puerto López, Meta. En esos viajes a “Morichales”, como se llama la finca, las imágenes que predominaban eran de color rojizo y naranja, no tanto por la abundancia de gallitos de roca, ni de atardeceres; sino por un marcado color arcilloso en el suelo y el fuego que se devoraba la sabana, y que era visible desde el borde de la carretera.
Antes de que ella se hiciera cargo de administrar la finca, quemar las sabanas era la práctica tradicional adoptada para retoñecer nuevas pasturas. Ese modelo de ganadería se mantuvo hasta 2017, “No es fácil recuperar un suelo de 30 años de ganadería extensiva”, así lo comprobó ella misma cuando quiso iniciar con una huerta propia para cultivar sus alimentos, y se dio cuenta que era como sembrar sobre ladrillo.
Desde hace seis años, “Morichales” inició un proceso de recuperación del suelo y sus nutrientes, un camino arduo y de paciencia en el que TNC Colombia ha sido un aliado fundamental. “Morichales” y ocho fincas más del Meta y Caquetá, fueron parte de un proyecto piloto de restauración y monitoreo en carbono en ecosistemas de altillanura, que comenzó en 2021 en alianza con Ecopetrol, con el objetivo de sembrar 250.000 árboles nativos para aportar a la restauración y conservación de áreas ambientalmente estratégicas y mejorar su oferta de servicios ecosistémicos.
Para el caso de “Morichales”, la degradación del suelo no era el único síntoma de la necesidad de un cambio de perspectiva y manejo, las quemas reiteradas también llevaron a la desaparición de la vegetación nativa y la biodiversidad. En el Valle de los Venados, por ejemplo, un reducto de bosque que, pese a no estar intervenido, no se volvió a ver ni uno solo venado, tampoco volvieron a aparecer los ruiseñores, las abejas, o las mariposas.
Esto, sumado la expansión de la agroindustria de la caña, el maíz y el caucho en predios aledaños, fue afectando drásticamente las fuentes de agua; las riberas del gran Río Yucao y sus cuerpos complementarios como el Caño La Emma, se convirtieron en hilos delgados que apenas circulaban. Un estado de deterioro y silencio marcado también por las dinámicas del conflicto armado, fueron la música por aquellos tiempos.
Cuando Marcela Serrano y su hijo Nicolás asumieron la dirección de la finca en 2017, otro horizonte fue apareciendo, y volcaron sus esfuerzos hacia diferentes estrategias para la recuperación y conservación del suelo, estas prácticas hoy se conocen como Soluciones Basadas en la Naturaleza, esta fue la puerta de entrada de TNC Colombia para acompañar y respaldar este proceso.
Las Soluciones Basadas en la Naturaleza SbN son un conjunto de acciones para proteger y gestionar ecosistemas que han sido modificados con el fin de salvaguardar la biodiversidad y mejorar el bienestar de las personas. Estas acciones están orientadas a:
01. Reducir las emisiones de gases del efecto invernadero
02. Garantizar la seguridad y disponibilidad del recurso hídrico
03. Promover la seguridad alimentaria
04. Mitigar los efectos de la crisis climática
05. Proteger y conservar ecosistemas estratégicos
Por esta razón, de acuerdo con Adriana Danzo, Especialista en restauración y Soluciones Basadas en la Naturaleza del equipo de Mitigación de TNC Colombia, uno de los objetivos de este proyecto piloto fue promover la rehabilitación de áreas degradadas para mejorar la conexión de bosques, fortalecer corredores de fauna y flora, y contribuir a la protección de fuentes de agua y a la adaptación y resiliencia frente al cambio climático.
El Llano comienza a reverdecer
De esta manera, de los 250.000 árboles nativos sembrados por TNC y Ecopetrol, 86.000 árboles se encuentran en la finca Morichales, con el propósito de reestablecer la cobertura boscosa de 41 hectáreas, en las que se incluyen las riberas del Río Yucao y el caño La Emma, que paulatinamente han recuperado su sonido natural. Este proceso de restauración inició hace aproximadamente dos años.
Antes de hacer el recorrido, Marcela toma un puñado de agua del caño y lo bebe para mostrarnos los resultados de las siembras. A pesar del verano las plantas lucen robustas, algunas ya alcanzan los 60 cm de altura y definitivamente es claro que hay nueva vida emergiendo, que los caminos ya no son rojos sino verdes y que los antiguos inquilinos vuelven a ser dueños llenando de vida este lugar en medio de la Orinoquia.
”Ya se ven osos, familias enteras de venados, la otra vez vi un pájaro rojo con amarillo que no se miraba por acá, hay un avistamiento de flora y fauna enorme”, asegura Huber Fierro encargado de la finca.
Monitoreo de carbono en áreas de restauración
Como parte del acuerdo entre TNC y Ecopetrol se implementó el Protocolo para la Estimación y Monitoreo del Carbono en Coberturas Forestales y No Forestales de Colombia, desarrollado por TNC. El cual permite estimar y monitorear el efecto en la captura de gases efecto invernadero, en una variedad de coberturas naturales, sistemas agroforestales y silvopastoriles.
Para tal fin, se utilizaron como base las siembras en los departamentos del Meta y Caquetá, con el fin de promover las SbN como estrategias efectivas de mitigación del cambio climático y conservación de la biodiversidad.
Se establecieron un total de 25 parcelas para el muestreo de carbono, distribuidas en diferentes sitios, con el enfoque de consecuenciacronosecuencia, es decir en diferentes edades y cuatro etapas de sucesión ecológica 1) área sembrada en el proyecto (0.5 años), 2) bosques de 5 años, 3) bosques de 10 años y 4) bosques de 15 años de sucesión. A partir de estos datos se calcularon las diferencias en los contenidos de carbono entre los sitios muestreados para entender cómo podrían cambiar en un proceso de restauración a lo largo del tiempo.
En palabras de Camila Rodríguez, líder del equipo de Mitigación de TNC Colombia, “este protocolo de monitoreo de carbono permite estimar las contribuciones a la mitigación del cambio climático asociadas a iniciativas de restauración. A través de estos insumos técnicos y científicos será más fácil promover y escalar las iniciativas de restauración como Soluciones basadas en la Naturaleza, con datos más precisos y robustos, para mitigar el cambio climático e impactar positivamente a las personas y sus medios de vida, a través de la conservación y la gestión de la biodiversidad en ecosistemas de altillanura’
De acuerdo con los resultados, en 20 años el área restaurada podría llegar a acumular, en su biomasa aérea, un aproximado de 204 toneladas de CO2 por hectárea, para un total de 20.604 toneladas de CO2 en las 101 hectáreas intervenidas. Lo que representa un promedio de captura anual de 8.6 toneladas de CO2 por hectárea.
En tanto Marcela Serrano cataloga este proceso como una vuelta a lo esencial. “Morichales es una vida con sentido. Una vida consciente para el bienestar, donde se puede vivir y volver a la esencia que se perdió. Aquí se recupera no solo el bosque sino la esencia. Es un lugar donde nosotros le servimos a la naturaleza. Donde somos pacientes y vamos a su ritmo, no al nuestro. ¿Cómo te sirvo, cómo te colaboro para que tú me des lo que yo quiero y necesito? Es escucharla, verla, es prestarle atención”.