Comunidades Maya
Empoderar a las comunidades locales e indígenas para salvaguardar y beneficiar la Selva Maya
En México, casi la mitad de las áreas forestales pertenecen a las comunidades. En la Selva Maya de la Península de Yucatán, esta proporción aumenta a 61%, lo que indica que las comunidades rurales, cuyos sustentos dependen profundamente de este ecosistema diverso, tienen la capacidad de tomar decisiones para definir su destino. Sin embargo, afrontan numerosos retos. Los efectos del cambio climático, como las sequías pronunciadas, los ciclos irregulares de lluvia y los huracanes, ponen en peligro la seguridad alimentaria y en situación más vulnerable al paisaje y a las personas.
En gran parte, la Selva Maya sobrevive porque todavía está profundamente conectada con las prácticas culturales y productivas de las comunidades rurales de ascendencia indígena. Los sistemas tradicionales agrícolas y agroforestales, como la milpa maya (un sistema diversificado de cultivos de maíz, frijoles, calabazas y otras plantas), los jardines o solares mayas y la apicultura, son compatibles con la protección y el manejo sostenible de los recursos y los paisajes
Estas prácticas de alto valor también se están transformando rápidamente a medida que nuevas formas de producción comercial, apoyadas por políticas y subsidios, están ejerciendo presión en las comunidades para que replanteen sus estrategias de subsistencia. En respuesta a estos cambios, los líderes de las comunidades, agricultores, ganaderos, jóvenes y mujeres de toda la Península de Yucatán, en colaboración con organizaciones no gubernamentales, están asumiendo el riesgo de probar prácticas de producción innovadoras, invertir recursos para promover y monitorear programas de conservación de la comunidad e invertir su tiempo en aprender nuevas habilidades.