¿Será la naturaleza la protagonista de 2021?
5 formas en que la pandemia nos ha mostrado que la naturaleza lo es todo
Una de las muchas cosas que hemos aprendido de la conmoción global causada por la COVID-19 es lo estrechamente ligada que está la humanidad a la naturaleza. Un patógeno transmitido por la fauna silvestre ha infectado a más de 70 millones de personas, ha interrumpido las cadenas de suministro mundiales, ha puesto de relieve las desigualdades y ha expuesto nuevas vulnerabilidades en nuestros sistemas financieros: los costos de nuestra relación rota con la naturaleza quedan sorprendentemente en evidencia.
A medida que definimos nuestra visión colectiva del camino a la recuperación mundial en 2021, el reconocer y tomar decisiones basadas en el valor de la naturaleza será esencial para construir un mundo mejor. Tanto para nuestra salud física como para nuestra salud económica, está claro que necesitamos a la naturaleza ahora.
Este año, los líderes mundiales tendrán reuniones largamente postergadas para acordar un nuevo marco de protección de la biodiversidad y mayores compromisos climáticos mundiales que guiarán los esfuerzos para salvar el planeta en los próximos diez años. Pero el establecimiento de objetivos ambiciosos en estas reuniones supone un nuevo comienzo, no un final, para el trabajo que tenemos por delante. No podremos cumplir estos objetivos si no hacemos que la naturaleza forme parte de la corriente principal de nuestras economías, sociedades y vidas cotidianas.
A continuación se exponen algunos aspectos importantes en que el año pasado se reforzó el papel central de la naturaleza en nuestras vidas y lo que eso significa para el año y la década críticos que tenemos por delante.
SALUD:
Detener la próxima pandemia
La pandemia de COVID-19, que ha matado a 1,3 millones de personas hasta la fecha, probablemente se originó por el contacto entre humanos y animales salvajes. Y con una cantidad estimada de 850.000 virus más portados por aves y mamíferos que también podrían transferirse a los humanos, nuestras probabilidades de sufrir otra pandemia son altas si no encontramos formas de limitar dicho contacto en el futuro. Proteger la naturaleza es lo mejor que podemos hacer para prevenir futuras pandemias, según la Organización Mundial de la Salud.
¿Y cómo podemos hacerlo? Podemos empezar por mejorar la aplicación de las normas de protección de las reservas naturales, tomando medidas enérgicas contra el comercio ilegal de fauna y flora silvestres, y haciendo cambios en la política de uso de la tierra para limitar aún más el contacto entre los seres humanos, el ganado y la fauna y flora silvestres. Tales medidas cuestan dinero en un momento en el que los gobiernos de todo el mundo pasan por problemas financieros, pero dado que los impactos económicos de la COVID-19 superan hasta ahora en 100 veces el costo estimado de la prevención, la inversión valdría la pena sin duda.
"Dado que los impactos económicos de la COVID-19 superan hasta ahora en 100 veces el costo estimado de la prevención, la inversión valdría la pena sin duda".
Para conocer más sobre el papel de la naturaleza en la prevención de futuras pandemias, descargue “Nature-Based Solutions for People, Planet and Prosperity”(“Soluciones basadas en la naturaleza para las personas, el planeta y la prosperidad”), una guía para los responsables de la formulación de políticas de TNC y otras 20 ONG[AG1] .
TECNOLOGÍA:
¿Podría el cambio climático quebrar Internet?
La mayoría de las personas ha pasado mucho más tiempo en línea durante el último año, y sin embargo la infraestructura de Internet sigue siendo en gran medida invisible. Esa infraestructura es real, sin embargo, y está amenazada por el cambio climático, ya que la subida del nivel del mar podría destruir puntos de conexión cruciales a lo largo de las costas del mundo. Los incendios forestales exacerbados por el clima amenazan aún más la tecnología esencial, la electricidad, como los residentes de EE.UU. vieron el otoño pasado cuando las compañías eléctricas cortaron las líneas de transmisión en California para limitar la propagación de los incendios forestales.
El cambio climático ya está aquí, pero si actuamos rápidamente para limitar los aumentos de temperatura podremos reducir algunos de sus efectos. Las empresas tecnológicas y otras grandes corporaciones pueden desempeñar un papel importante al respecto aprovechando su poder de compra para acelerar la transformación de la energía renovable y ayudar a asegurar que las nuevas energías renovables se desplieguen sin transformar los hábitats naturales. Esto es especialmente importante, ya que no podemos mantener el cambio climático dentro de límites seguros sin invertir más en la naturaleza: proteger, restaurar y gestionar los paisajes naturales y los humedales podría aportar hasta un tercio de las reducciones de emisiones que necesitamos en el próximo decenio.
Existen muchas soluciones climáticas naturales posibles, pero algunas de las más importantes son revertir la deforestación, aplicar prácticas agrícolas más inteligentes y apoyar a las comunidades indígenas que gestionan algunos de los paisajes más ricos en carbono y biodiversidad del mundo.
"Proteger, restaurar y gestionar los paisajes naturales y los humedales podría aportar hasta un tercio de las reducciones de emisiones que necesitamos en el próximo decenio".
Descargue el Manual de estrategia para la acción climática[AG1] para ver el conjunto completo de estrategias de TNC que los Gobiernos y las empresas pueden utilizar para luchar contra el cambio climático.
Para conocer de forma más específica cómo las empresas pueden ayudar a acelerar la transición a la energía limpia, descargue Clean and Green Pathways to a Global Renewable Energy Buildout [Vías limpias y verdes para un desarrollo global de las energías renovables].
ALIMENTACIÓN:
Los consumidores quieren sistemas alimentarios más ecológicos, pero el sector alimentario podría desearlos aún más.
La COVID-19 asestó un duro golpe a las cadenas de suministro de las empresas de alimentación y bebidas de todo el mundo, pero las nuevas investigaciones demuestran que el sector es consciente de ello e invierte en el mayor riesgo al que se enfrenta nuestro sistema alimentario: la salud ambiental. Los responsables de la toma de decisiones en estos sectores consideran cada vez más los riesgos ambientales como amenazas operacionales directas y están invirtiendo en consecuencia. De hecho, a nivel mundial, las empresas alimentarias están invirtiendo más en sostenibilidad, no menos. Desde agricultores que aplican prácticas de cultivo que mejoran la salud del suelo hasta grandes exportadores que invierten en productos básicos no deforestados, estamos viendo cómo la industria dobla su producción de alimentos positivos para la naturaleza, aunque sigue siendo necesario un cambio más rápido y completo en los sectores de la alimentación y las bebidas.
Las decisiones en materia alimentaria son complejas y las cadenas de valor alimentarias lo son aún más, pero tanto los consumidores como los líderes de la industria están de acuerdo en la necesidad de avanzar más rápidamente hacia un sistema alimentario positivo para la naturaleza. La pandemia no ha hecho más que intensificar la presión sobre la industria para que se esfuerce por lograr una mayor resistencia y sostenibilidad. Esta conjunción de intereses entre consumidores y productores podría ser exactamente lo que se necesita para transformar la producción de alimentos, pasando de ser la principal amenaza a la naturaleza a ser el principal impulsor de un cambio positivo.
"De hecho, a nivel mundial, las empresas alimentarias están invirtiendo más en sostenibilidad, no menos".
Descargue Food & Nature Digest: Accelerating the Green Recovery [Compendio sobre Alimentación y Naturaleza: Cómo acelerar la recuperación ecológica] para conocer más acerca de la visión que tienen los consumidores y las empresas de las inversiones en sostenibilidad en los sectores de la alimentación, las bebidas y la agricultura.
VIAJES:
¿Necesita la naturaleza turistas?
Cuando el año pasado los viajes internacionales se ralentizaron, se produjo una gran reducción de las emisiones. Pero también se produjo una caída en la financiación de las reservas naturales, muchas de las cuales dependen totalmente de los ingresos del turismo, y la ruina de las comunidades adyacentes que dependen igualmente de los turistas. El ecoturismo probablemente seguirá siendo un sector importante en algunas regiones, pero necesitamos otras fuentes de financiación, y la naturaleza puede ayudar a proporcionarlas.
Por suerte, hay muchas maneras en que la naturaleza genera valor y sostiene a las comunidades locales. Los Bonos Azules para la conservación marina son un modo de lograrlo. TNC ha sido pionera en esta estrategia en las Seychelles, aprovechando las subvenciones públicas y el capital comercial para reestructurar la deuda soberana de la nación e invertir una parte de lo ahorrado en nuevas áreas marinas protegidas y en una serie diversa de oportunidades económicas positivas para la naturaleza. Un tramo del arrecife mesoamericano frente a la costa de México ofrece otro ejemplo de ello. Una póliza de seguro paramétrico entrega un pago cuando el arrecife sufre daños a causa de grandes tormentas, lo que garantiza que el ecosistema del arrecife se mantenga y siga protegiendo a la comunidad local y a la industria turística del lugar que depende del arrecife. La ampliación de estrategias como éstas, que protegen la biodiversidad y respaldan los medios de vida de las comunidades locales, será esencial para el progreso ambiental a largo plazo.
"Es probable que el ecoturismo siga siendo un sector importante en algunas regiones, pero necesitamos otras fuentes de financiación, y la naturaleza puede ayudar a conseguirlas".
FINANZAS:
Salvar el sistema bancario de la extinción
Más de 44 billones de dólares de la economía mundial dependen de la naturaleza, lo que significa que no podemos reconstruir unas economías sanas sin invertir sustancialmente en nuestro planeta. Por desgracia, hemos estado invirtiendo poco en la naturaleza durante mucho tiempo. A nivel mundial, necesitamos otros 700 mil millones de dólares anuales para financiar la protección y restauración de la naturaleza.
Es una cifra considerable, pero la COVID-19 ha acelerado la tendencia hacia la inversión sostenible, según la consultora PwC, que predice que el 77 por ciento de los inversores institucionales dejarán de comprar nada salvo fondos ESG en 2022. Pero todavía necesitamos más medidas por parte de los gobernantes para aumentar la financiación positiva para la naturaleza y generar más incentivos para la inversión privada. Reorientar la financiación pública sólo a los subsidios positivos para la naturaleza podría proporcionar hasta el 40 por ciento de la financiación necesaria para cerrar la brecha de financiación de la naturaleza.
"Más de 44 billones de dólares de la economía mundial dependen de la naturaleza, lo que significa que no podemos reconstruir unas economías sanas sin invertir sustancialmente en nuestro planeta".
Para saber cómo los responsables de la formulación de políticas pueden destinar más capital a la naturaleza, descargue Financing Nature: Closing the Global Biodiversity Funding Gap [Financiar la naturaleza: Cerrar la brecha de financiación de la biodiversidad mundial].
Para una visión más amplia del papel de la naturaleza en la economía global, descargue Nature-Positive Compendium.
Acceda a los recursos relacionados
Los recursos destacados a lo largo de este artículo presentan algunas de las soluciones basadas en la naturaleza más prometedoras pilotadas por The Nature Conservancy y sus socios para abordar estos desafíos planetarios e impulsar el progreso en la década crítica que tenemos por delante.