La infraestructura natural, como este pantano en la costa del Golfo de Luisiana, puede ayudar a proteger a las personas y la propiedad durante las tormentas.
Natural infrastructure, such as this marsh on Louisiana’s Gulf coast, can help protect people and property during storms. Natural infrastructure, such as this marsh on Louisiana’s Gulf coast, can help protect people and property during storms. © Carlton Ward Jr

Prensa

Declaración de The Nature Conservancy sobre los resultados de la COP26

Si París estableció el andamiaje, Glasgow avanzó en los cimientos, pero ahora se debe comenzar en serio con el trabajo pesado de reducir las emisiones

Tras numerosos retrasos de última hora e intentos de descarrilamientos, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP26 ha concluido finalmente esta tarde en Glasgow, Reino Unido. Cuando cayó el martillo del presidente de la COP, Alok Sharma, en la sesión de clausura, el director de Política Climática Internacional de The Nature Conservancy, John Verdieck, comentó:

“Hace seis años, el mundo se reunió en París para expresar una intención compartida de mantener el calentamiento global por debajo de +2 °C y, si fuera posible, limitar el aumento de la temperatura a +1,5 °C. Los aplausos por este acuerdo histórico estuvieron justificados en su momento, pero la construcción de ese marco fue solo el comienzo. A pesar de las diversas promesas e iniciativas que se dieron a conocer en Glasgow, aún no está claro si ya tenemos el objetivo de +1,5 °C a nuestro alcance.

“En el fondo, el proceso de la COP es un mecanismo de fijación de objetivos y, en este sentido, hay razones para seguir siendo optimistas. Los principales anuncios de las coaliciones multinacionales manifestaron importantes promesas en cuanto a la reducción de metano; las acciones para reducir o eliminar la deforestación; la proporción de apoyo financiero esencial a los países más vulnerables; y, quizá lo más sorprendente, una mayor colaboración entre los dos principales emisores del mundo, China y Estados Unidos.

“El análisis de estos últimos compromisos realizado por el respetado Climate Action Tracker (CAT) y la Agencia Internacional de Energía (AIE) proyecta que las nuevas promesas hechas en la pasada quincena tienen el potencial de reducir el calentamiento global en 0,5 °C —un avance significativo hacia el objetivo de 1,5 °C—.

"El Pacto Climático de Glasgow representa la primera vez que el mundo acordó formalmente que la lucha contra las subvenciones a los combustibles fósiles es un objetivo que merece la pena perseguirse y que la meta de +1,5 °C debe ser el camino que seguir para la comunidad mundial de cara al futuro. Estos cambios filosóficos también representan un paso importante para impulsar la descarbonización de las economías mundiales y acelerar la transición hacia la energía limpia.

"Quizás la mejor noticia de Glasgow fue la atención que se prestó al papel que la naturaleza —y los derechos de las comunidades indígenas, cuyas tierras albergan gran parte del hábitat de la vida silvestre que queda en el mundo— puede desempeñar en hacer frente a las emergencias interconectadas que surgen respecto del clima y la biodiversidad. La naturaleza estuvo en la agenda de la COP26 como nunca antes. Hay que priorizar el aprovechamiento del potencial de los bosques, las explotaciones agrícolas y los humedales para conseguir hasta un tercio de las reducciones de emisiones que se necesita para 2030.

"Así que, a pesar de las insinuaciones en sentido contrario, creo que podemos irnos de la COP26 con alguna esperanza todavía intacta. Las principales economías, como China, la UE y los Estados Unidos, están empezando a mostrar un interés climático serio y, sobre todo, la financiación necesaria para respaldarla. Pero todavía son muy pocos los que han convertido sus ambiciones retóricas en acciones tangibles. Es imperativo, con vistas a la COP27 de Egipto y a las amenazas a las que se enfrentan sus vecinos africanos, que este año se acelere la aplicación en el terreno de estrategias climáticas probadas. Como dijo el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, hemos llegado al “código rojo para la humanidad”. No hay más tiempo que perder.

“A pesar de todas las celebraciones del momento, en los círculos políticos entendimos que el Acuerdo de París solo proporcionaba una especie de andamiaje, un marco en torno al cual construir un planeta más seguro, más próspero y con menos emisiones de carbono para nuestros hijos y nietos. Se ha avanzado en el establecimiento de las bases para el futuro. Ahora debe comenzar el trabajo diligente para acelerar los compromisos y convertirlos en acciones concretas”.

The Nature Conservancy (TNC) es una organización ambiental global dedicada a la conservación de las tierras y aguas de las cuales depende la vida. Guiados por la ciencia, creamos soluciones innovadoras y prácticas a los desafíos más urgentes de nuestro mundo para que la naturaleza y las personas puedan prosperar juntos. Estamos abordando el cambio climático, conservando las tierras, las aguas y los océanos a una escala sin precedentes, proporcionando alimentos y agua de manera sostenible y ayudando a hacer las ciudades más sostenibles. Trabajamos en 76 países y territorios: 37 por impacto directo de conservación y 39 a través de socios, usando un enfoque de colaboración que involucra a las comunidades locales, los gobiernos, el sector privado y otros socios. Para obtener más información, visite TNC en América Latina o siga @TNCLatinamerica en Twitter.